En 1997 comienza el viaje de Almaviva, producto del joint venture  entre Baron Philippe de Rothschild  y Viña Concha y Toro, logrando el reconocimiento internacional inmediatamente después del lanzamiento de la primera cosecha. Hoy en día, 20 años después, se ha ganado un lugar indiscutible entre los mejores vinos del mundo.
 
La celebración para conmemorar los 20 años de Almaviva se llevó a cabo en Francia el pasado sábado 17 de junio, presidida por Philippe Sereys de Rothschild, Presidente del Consejo de Supervisión de Baron Philippe de Rothschild, y Alfonso Larraín Santa Maria, Presidente de Viña Concha y Toro.

 
“En una época en que los ojos del mundo del vino estaban volcados hacia otros lugares, Chile aún era una tierra poco explorada con un clima y un terroir excepcionales. Nuestro joint venture fue tan visionario como sus dos fundadores. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para rendirle tributo a nuestra madre, la Baronesa Philippine de Rothschild, expresándole toda nuestra gratitud y determinación de continuar con esta sociedad elevando a Almaviva a nuevas alturas sobre sólidos cimientos, Almaviva es una compañía dinámica y en constante evolución, lista para asumir los desafíos del futuro”, señaló Philippe Sereys de Rothschild co–propietario de Château Mouton Rothschild.
 
Almaviva se ha mantenido fiel al concepto francés de cháteau que conjuga tres elementos dedicados exclusivamente a la elaboración y producción de un vino, considerando un terroir excepcional, una bodega única y un equipo técnico. La búsqueda de la excelencia a través de la innovación, teniendo en cuenta las necesidades y los retos de la industria, de la mano con el arduo trabajo y el compromiso de todas las personas que trabajan en Almaviva es lo que nos ha llevado a ser los productores de un vino que amalgama las mejores características del viejo y el nuevo mundo.